Cuando hablamos de alimentación consciente, no nos referimos precisamente a llevar una dieta libre de grasas o azúcares. En realidad, es un hábito que va mucho más allá de cuidarse en el consumo de los alimentos. Por este motivo, te invitamos a conocer todo lo que necesitas sobre esta práctica tan beneficiosa para la salud.
¿Qué es la alimentación consciente?
Un refrán muy popular reza que somos lo que comemos, y nada más cierto que con la alimentación consciente. También se le conoce como mindfoodness, siendo un término que deriva del mindfulness, la capacidad de concentrarse al máximo en un momento determinado.
Por consiguiente, tomar conciencia de alimentación implica prestar la máxima atención a lo que estás comiendo. Abarca relacionarse con cada ingrediente a conciencia plena, pensar en ellos y en cómo nos beneficia. Al mismo tiempo, genera una mejor relación con nuestra persona interior y nuestros componentes emocionales.
En líneas generales, el mindfoodness tiene la finalidad de mejorar nuestro vínculo con la comida. No se trata de una dieta en particular ni la utilización de ciertos ingredientes. Es un estilo de vida que aplica para cualquier situación, incluso la misma comida chatarra.
La alimentación inconsciente
Para entenderlo un poco mejor, analicemos lo que sería la alimentación inconsciente. Vivimos en un mundo muy ajetreado donde el tiempo es un recurso sumamente valioso. En muchas ocasiones, no lo invertimos como deberíamos en algo tan importante como lo es la alimentación.
Por lo tanto, olvidamos dedicar tiempo a la comida, su preparación, a elegir los ingredientes adecuados y buscar productos que mejoren nuestra salud. Además, ni siquiera disfrutamos de ella, sus sabores ni sus texturas simplemente por ingerirla muy rápido.
¿Por qué es importante la alimentación consciente?
Diversos estudios han indicado que existe una conexión fuerte entre el intestino y la mente. El cerebro envía señales directas al aparato digestivo tras ingerir los alimentos. Entonces, el sistema nervioso tarda alrededor de 20 minutos para comprender que el estómago está lleno.
Comer conscientemente evita la sobrealimentación, al igual que numerosos trastornos metabólicos. Todos hemos experimentado en alguna ocasión que comer más rápido hace que sintamos menos sensación de saciedad. Como consecuencia, tendemos a comer más de la cuenta.
Sea como sea, estos son algunos de los beneficios que aporta tener conciencia en la alimentación:
Promover la concentración
Como ya mencionamos, alimentarse conscientemente significa poner toda la atención en tus alimentos. Es una práctica que potencia la concentración, y no solo a la hora de comer, sino en el resto de actividades. Es un entrenamiento que te ayudará a poner más atención a lo largo de la jornada.
Diferenciar hambre fisiológica y psicológica
Comer es una necesidad para satisfacer el hambre física y proporcionar nutrientes esenciales al organismo. Pero en algunas ocasiones, no es un hambre real, sino psicológica o, como se le conoce habitualmente, ganas de comer. A veces el estrés, la tristeza y el aburrimiento generan ansiedad, la cual matas con comida.
Una alimentación concienzuda te servirá para identificar si de verdad es el momento de comer, o si solo es un ataque de ansiedad.
Controlar tu peso
Al estar atento a cada uno de los ingredientes, vas a saber qué estás comiendo exactamente. Primeramente, analizarás su textura, el sabor y piensa en cómo quedará el plato final. Sin embargo, también vas a meditar en qué beneficios te ofrece para tu salud.
Esto te ayudará a elegir comida más saludable, ya que tendrás la capacidad de evaluar a profundidad si es un alimento que vale la pena consumir.
Reducir la ansiedad y el estrés
Es un beneficio que se obtiene tras la acumulación de todas las ventajas anteriores. Al comer compulsivamente, pierdes la conciencia de tus emociones. En cambio, si estás presente en el momento, reduces notablemente los sentimientos de ansiedad y estrés.
¿Cómo tener una alimentación consciente?
Evidentemente, la concentración es lo más importante para que esta estrategia tenga éxito. No obstante, posiblemente te preguntes cómo empezar, pues es algo que no conoces del todo a ciencia cierta. Afortunadamente, resulta bastante sencillo, siempre y cuando pongas dedicación y empeño.
Estos son los pasos a seguir:
Identificar emociones
Como ya mencionamos, el hambre no siempre es el único motivo que impulsa a comer. Hay otras razones, y todas están relacionadas con el factor emocional. Antes de comer, reconoce, identifica y diferencia las emociones para ver si es la hora adecuada para comer.
Si de verdad sientes hambre, pues adelante, nada te impide alimentarte adecuadamente. Pero si te das cuenta de que solo es ansiedad, tendrás que hacer justamente lo contrario.
Dedicar tiempo a comer
La falta de tiempo es un problema muy común en todas las personas. Lamentablemente, una de las horas del día que más se ve sacrificada es la de comer. Muchas personas se van al trabajo sin desayunar o se comen una barrita energética que no es muy beneficiosa que digamos.
En los casos menos graves, se alimentan mientras al mismo tiempo realizan otras tareas. Esto es un error garrafal, ya que va en contra del principio de alimentación consciente. Evita las multitareas, más bien concéntrate y dedica tiempo exclusivo a la alimentación.
Comer sentado
Un criterio que se relaciona con el aspecto anterior, porque muchas veces se come caminando, parado o haciendo cualquier otra actividad. Ahora bien, al estar sentado se favorecen la relajación y el descanso. Como resultado, podrás disfrutar más de los alimentos y pensar en ellos.
Evitar las pantallas
Hay muchas distracciones en el día a día, y las más comunes son los dispositivos electrónicos. Evita ordenadores, tabletas y teléfonos a la hora de comer. Muchos acostumbran comer viendo las noticias o su programa favorito de televisión. Como debes imaginar, es algo que no ayuda a estar consciente ni concentrado en la comida.
Servir la porción exacta
Si eliges el plato más pequeño de tu cocina, será más fácil controlar el tamaño de las porciones que te sirvas. No repitas luego de comer, algo muy común cuando las personas quedan con hambre. Claro está, si haces correctamente la alimentación consciente, tendrás mayor sensación de saciedad.
Masticar varias veces
La cantidad de veces que debes masticar cada bocado depende del tipo de alimento. Por ejemplo, si es un ingrediente suave, de 10 a 15 veces es suficiente. En el caso de las carnes, 30 veces es un número que sirve como referencia.
Al triturar bien los alimentos en tu boca, será mucho más fáciles de digerir. Por si fuera poco, sentirás el sabor y disfrutarás de la textura de cada uno de los ingredientes.
Comer lentamente
Aplicar el paso anterior ayuda a comer con mayor lentitud, lo que a su vez genera saciedad. Si comes rápidamente, no le dará tiempo al cerebro a enviar las señales al aparato digestivo.
Disfrutar de la comida
Este es el punto más importante de todos, y el pilar fundamental de la alimentación consciente. Disfruta de todos y cada uno de los momentos al preparar la comida. Empieza desde que entras a la cocina y comienzas a elegir los ingredientes, implementos y utensilios.
Fíjate en los alimentos, las porciones, sus sabores, sus texturas, su procedencia y piensa en ellas. De esta manera, vas a apreciar plenamente una de las horas más importantes del día: la de comer.
¿Qué debemos dejar de lado para hacer y disfrutar una alimentación consciente?
Como todo lo bueno en la vida, hay que sacrificar ciertos aspectos para obtener otros beneficios. No hay excepción con la alimentación saludable, aunque claro, nada sale caro si a cambio ganas una mejor salud. Estas son algunas de las cosas que hay que dejar de lado para que aproveches al máximo la conciencia en la alimentación:
Tiempo
Seguramente te diste cuenta de que seguir todo el ritual que explicamos anteriormente te va a llevar algo de tiempo. Solamente pensar en los 20 minutos que tardará el cerebro en enviar la sensación de llenado podría resultar abrumador. De hecho, hay personas que comen en 10 y hasta en 5 minutos.
De cualquier modo, tendrás que invertir más tiempo de tu día para comer, en el desayuno, en el almuerzo y en la cena. Lo mismo aplica para las meriendas y tentempiés, al igual que cualquier otro aperitivo.
Excesos
Si somos sinceros, todos en alguna u otra ocasión hemos querido comer, comer y comer todo lo que hay en la mesa. Quizás nos guste mucho algún plato y queramos disfrutarlo hasta que no nos deje el estómago. Esto no está permitido en el mindfoodness.
Quedar saciado
A la hora de comer, la mayoría terminamos al quedar saciados, como mínimo. Sin embargo, este ritual implica dejar el plato antes de que estemos llenos. Como resultado, el cerebro tendrá tiempo suficiente para hacer su trabajo.
Aprovecha la alimentación consciente
Sin lugar a dudas, este tipo de metodología ofrece un sinnúmero de beneficios para tu salud. Vas a disfrutar más de los alimentos, cuidarás tu peso y reducirás la ansiedad. No esperes más tiempo para dar el paso a la alimentación consciente.
Mi nombre es Leo. Soy un especialista en marketing digital que un día descubrió que me encantan el blogging, el SEO y las formas de ganar dinero en línea. Viajar y explorar culturas es otra de mis pasiones